mejora tu drible con viva basquet

Todos tenemos una mano con la que nos sentimos más cómodos y realizamos la mayor parte de nuestras actividades diarias pues desde niños nos acostumbramos a usar más una mano que la otra y aunque para algunas actividades usemos indistintamente cualquiera de nuestras manos, siempre va a haber una dominante.

Pero, ¿esto qué tiene que ver con el basquetbol?

Muchísimo, es muy relevante; pues al tener la capacidad de jugar con nuestra “mano débil” tenemos practicamente el doble de oportunidades de atacar, además, si sólo usamos una, para los defensores seremos presa fácil dentro de la duela ya que nuestros movimientos serán más predecibles y reducidos.

Lo más fácil es decidirse a hacerlo, pero lo más difícil es tener la voluntad y perseverancia para conseguirlo pues suele ser muy complicado de inicio y al cuerpo los movimientos le parecerán inadecuados porque no está acostumbrado, por lo que en este punto es muy fácil darse por vencido y dejarlo para “otro día”.

Algo que se tiene que dejar en claro es que el objetivo no es hacer un tiro de 3 puntos tan efectivo con tu mano derecha como lo haces con tu mano izquierda (o viceversa sea cual sea el caso); la meta es poder hacer cosas tan efectivas como botar el balón con tu mano izquierda como con tu mano derecha y hacer cientos de repeticiones que desarollarán tu memoria muscular al punto de que no tengas que pensar ni siquiera en lo que estás haciendo, todo estará en las yemas de tus dedos. Para lograr este control no hay recetas secretas, pero si unas recomendaciones que te ayudarán a alcanzar tu objetivo.

  1. Párate en un punto e intenta poco a poco botar el balón con tu mano débil, recuerda flexionar las piernas y a la altura de la cintura y fíjate un determinado número de repeticiones y cúmplelas sin importar si te sientes torpe al hacerlo, recuerda que tanto tu mano como tu cerebro tienen que acostumbrarse a estos movimientos.
  2. Haz el ejercico anterior pero ahora activamente, bota el balón por la cancha durante un minuto, y después cambia de mano. Aumenta la velocidad conforme te vayas sintiendo cómodo al hacerlo.
  3. Toma el balón con tus dos manos a la altura de tu pecho e intenta pasarlo por atrás de tu espalda, intenta aumentar la velocidad con lo que haces este movimiento.
  4. De pie, abre las piernas y agáchate de tal forma que pases el balón por debajo de ellas utilizando las dos manos e incrementando la velocidad.
  5. Cuando ya estés paracticando con tu “mano débil” procura mantener tu “mano fuerte” en la espalda, para que dejes de depender de ella enteramente y te sientas con la necesidad de modificar este patrón.

Como dijimos, lo más difícil es decidirse a hacerlo, empieza hoy a practicar con tu “mano débil”  y mañana tendrás un camino más corto que recorrer.

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