Soy fan reciente del basquetbol, tal vez unos 5 o 6 años de que comencé a tener más seguimiento a la NBA. Claro, crecí leyendo sobre Jordan y los Bulls en la Viva Basquet impresa, viendo a Iverson y Carter en su mejor momento, pero el futbol siempre fue prioridad, como para muchos mexicanos. Por eso el juego de Minnesota contra San Antonio en la Ciudad de México de 2013 representaba mucha ilusión para mí.

Crónica de un sueño frustrado por Viva Basquet

En ese entonces todavía no colaboraba en está H. Redacción de Viva Basquet, era un estudiante más y tener un juego de temporada regular en la ciudad era un enorme acontecimiento. Fue difícil conseguir boletos para asistir al juego, a pesar de no era mi equipo favorito, lo importante era ver a estrellas como Duncan, Parker y Kevin Love que aún estaba en los Timberwolves. Al final conseguí un par de tickets uno o dos días antes del juego, ahora solo había un problema: el traslado a la Arena Ciudad de México.

Vivo en el sur e ir hasta la zona donde se encuentra la Arena era casi misión imposible. Para los que no viven en la capital, era un traslado de mínimo dos horas en metro y transporte público, además de que a partir de las 11 o 12 de la noche es muy difícil encontrar como regresar a casa. Pregunté a varios amigos si querían acompañarme, todos me abandonaron, menos uno, tenía auto, todo estaba listo.

Tenía clases de 3 de la tarde a 10 de la noche, aunque, siendo sinceros ese no fue impedimento, no importaba perder un par de clases ¡era un juego de la NBA! El juego daba inicio a 8:30 de la noche, así que pasaron por mí a la escuela como a las 7, total, iba en coche, iba a ser más rápido. Grave error. Eran las 8 de la noche y aún faltaba más de la mitad del trayecto.

Íbamos escuchando música, un disco de los Kings of Leon creo, nunca pusimos el radio. Aproximadamente a las 9 de la noche estábamos a unos metros de la Arena, no importaba solo ver la segunda mitad del juego. Había mucho tráfico, algo usual en la ciudad y más cuando hay algún evento masivo. De pronto se acerca un policía al auto “Buenas noches joven, ¿va para el juego de basquet?” preguntó. Respondimos que sí, se nos había hecho tarde.

“Újule joven, se acaba de suspender, hubo una explosión extraña y desalojaron la Arena” comentó el policía. No podía creerlo, con la paranoía que hay, la seguridad que traían, seguro tenía hasta escuadrón anti zombies. Encendí el radio y en efecto, el juego se había cancelado. Fue una enorme desilusión. Además nos encontrábamos encerrados por el transito que había al salir todos los asistentes.

Regrese a casa, frustrado, cansado, pero bueno no había nada que hacer, solo esperar el anuncio de la liga sobre lo que pasaría. Al final creo que se pospuso y se jugó en Minnesota. Nunca supe nada del reembolso, me los habían regalado, además no quería deshacerme de ellos, los tengo guardados para recordar aquella fecha trágica para los fans del basquetbol en México.

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