Hace algunas semanas les presentamos algunos de los peores cobradores de tiros libres de la historia. Dwight Howard, nuevo jugador de los Hawks, se salvó de entrar en esa lista por muy poco. Howard es uno de los jugadores que tiene un menor porcentaje de tiros de castigo acertados, pero ahora, en el verano ha trabajado para mejorar.

Su entrenamiento consiste en mejorar su disparo desde una distancia mayor a la del tiro libre, 19 pies en vez de 15 pies de distancia. A partir de este principio, el jugador crea una memoria muscular que le hace calcular la fuerza con la que debe tirar. Puede ser que muchos digan que debería de practicar el disparo desde la línea de castigo, pero esto va más allá de una cuestión física, es mental.

Con Howard practicando tiros libres a mayor distancia gana en confianza. Este ejercicio tiene cierto aspecto lógico, sobre todo, hace notar el compromiso que tiene Dwight con un punto débil de su juego que en ocasiones lo hacía quedar en ridículo.

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