Crecí odiando a los Spurs porque soy fan de los Lakers. Odiaba que se toparán en los Playoffs en casi todas las temporadas porque sabía que no importaba lo bien que estuviera jugando Los Ángeles, siempre había una gran posibilidad de que San Antonio ganara. Hoy, que aprecio más el deporte como tal y no solamente cómo juega el equipo al que le voy, puedo decir que es un placer ver jugar a San Antonio y me da más miedo que nunca que se encuentren contra los Lakers en cualquier tipo de partido; pre temporada, temporada regular, especial navideño, exhibición o Playoffs. ¿Por qué? Porque San Antonio es lo más cercano que tiene la NBA a un equipo alemán, a un equipo cuyos integrantes funcionan como piezas de una gran máquina sin fallas.

El equipo de Popovich funciona tan bien porque buscan jugadores con la mentalidad necesaria para jugar bajo ese plan. No cualquiera puede jugar así. No hay espacio para un jugador súper estrella que se eche el equipo al hombro. No hay lugar para berrinches a la Dwight Howard y mucho menos lugar para pasarle por encima al entrenador. Jugadores como Carmelo, Kobe, Westbrook, Pierce y creo que inclusive LeBron, no funcionarían bien bajo este esquema. Este tipo de características son las que han logrado que San Antonio sea una máquina que funciona tan bien.  Los directivos saben a qué tipo de jugadores tienen que buscar y los jugadores saben bien lo que tienen que hacer. Saben que tienen que buscar el tiro de alto porcentaje. Saben que no deben tenerle miedo al pase extra. Saben que no dependen de uno y que ese uno depende de todos. Y, lo más importante de todo, saben ganar jugando así.

Recuerdo verlos en el primer juego de las Finales de Conferencia del 2012 contra Oklahoma City.  Ese primer juego en el que disecaron al Thunder y me hicieron pensar por primera vez en la vida “estoy viendo a un equipo tener un juego perfecto”.  Ejecutaban todo como tenía que ser y no había una sola falla. Cada quien sabía qué hacer y lo hacían sin un solo problema. Sí, acabaron perdiendo esa serie, pero hasta la fecha, jamás he visto a un equipo jugar como los Spurs ese juego 1.  Y como si esto fuera poco, en un liga cuyo enemigo número 1 es el tiempo y a la vejez, los jugadores de San Antonio, como buena maquinaría alemana, se mantienen igual de fuertes y hasta mejoran con el tiempo buscando su quinto campeonato.

¿Creen que estoy mamando demasiado? Chequen este video.

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