La década de los noventa es considerada por toda la afición como la época dorada de la NBA, esto gracias a la constelación de estrellas que coincidieron en este periodo de tiempo. Una de las franquicias que provoca más nostalgia son los SuperSonics de Seattle, un equipo que legó a ser protagonista en los noventa y que sufrió una dolorosa derrota en las finales del 96 frente a los Bulls. De aquel equipo de Seattle, Shawn Kemp es una de las leyendas que dejaron huella en toda una generación.

Elegido en el Draft de 1989 por los SuperSonics en puesto 17, Shawn Kemp, en compañía de Gary Payton, llevaron a la franquicia a ser protagonistas en una dura Conferencia del Oeste cuya competencia era feroz. Una de las principales fortalezas de Kemp fueron las clavadas, muchas de ellas pasando por encima del rival sin piedad alguna. Una de las más recordadas fue cuando en los Playoffs del 92 destrozó a Alton Lister de los Warriors de Golden State.

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Kemp disputó 14 temporadas en la NBA, siendo figura de los SuperSonics, Cavaliers, Blazers y en el ocaso de su carrera vistió la camiseta del Magic de Orlando. En 1996, cuando se enfrentó a Jordan en las Finales de la NBA, vivió su mejor temporada con la camiseta de Seattle, al anotar 19.6 puntos y 11.4 rebotes por encuentro, su mejor marca en ocho temporadas con los Sonics. Una de las jugadas más recordadas de aquellas Finales fue cuando “Reign Man” anotó una clavada sobre Dennis Rodman y al caer se quedó “sentado” sobre los hombros del “Gusano”.

 

Con medio siglo de vida, Shawn Kemp es uno de los iconos de la era dorada del basquetbol. Uno de esos jugadores de élite que se retiraron sin haber ganado un anillo de campeón que coronara la destacada carrera que tuvo.

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