Llegó un viernes más y con ello una nueva entrega de DJ Basquet que en esta ocasión viaja a la década de los noventa para recordar a una de las bandas emblemáticas de dicha época. Seattle fue la capital música del mundo durante los primeros años de los noventa, gracias al movimiento grunge que en dicha ciudad se gestó. A la par, el basquet también se convirtió en un fenómeno global, en especial gracias a los Toros de Chicago de Michael Jordan. Ya en una entrega anterior les contamos cómo Pearl Jam le salvó la vida a Dennis Rodman, ahora toca seguir el hilo conductor en el romance entre la banda y el basquet, y esto tiene su origen en su nombre.

Antes de llamarse Pearl Jam, la banda liderada por Eddie Vedder, tomó el nombre de Mookie Blaylock, jugador que a principios de los noventa jugaba con los Nets de Nueva Jersey. La banda pensó que para alcanzar el éxito no era tan buena idea tener el nombre de una figura del basquet, así que optaron por Pearl Jam y en honor de Mookie titularon su primer disco Ten, justo el número que Mookie tenía en el dorsal. Ya para 1992 habían alcanzado la fama mundial con su álbum debut, así que visitaron MTV para participar en uno de los programas más divertidos de la época: MTV Rock N’ Jock.

Este programa juntaba a los artistas el momento con los atletas del momento para echarse una cáscara y en este caso, Shawn Kemp y Jeff Ament, bajista de Pearl Jam, se unieron para ser las estrellas del partido. Ambas figuras de Seattle se unieron para anotar 44 puntos y 17 rebotes en el triunfo de su equipo, los Violators. Jeff Ament es un aficionado empedernido del basquetbol y hace algunos años reveló que los SuperSonics fueron parte esencial de la historia de la banda.

Los SuperSonics de Seattle fueron una de las franquicias que ayudaron a construir la NBA tal y como la conocemos. Además del trash talk de Gary Payton y el vuelo de Shawn Kemp, los Sonics dejaron una huella imborrable en la cultura que envuelve el basquetbol. Pearl Jam es una de las bandas emblema de una generación que creció rotando camisas de franela y jerseys de basquetbol, es por eso que hoy recordamos con nostalgia su lado basquetbolero.

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