Sus inicios en el basquetbol

“Creo que mi gusto por el basquetbol comenzó cuando tenía alrededor de 13 años. En aquel tiempo mis hermanas eran bastante buenas jugándolo, así que recuerdo bien esa edad porque fue cuando finalmente les pude ganar un partido. Recuerdo también que mi papá siempre me ganaba; usaba su cuerpo para que no lo pudiera defender, pero a la edad de 15 años lo pude derrotar en un uno a uno”.

Su primera clavada

“Mi primera clavada la hice cuando estaba en la preparatoria. Iba en segundo año, fue el primer partido de la campaña y nos enfrentábamos al equipo de Strath Heaven. Siempre las practicaba, pero nunca las había llegado a cabo en un partido. Fue en un rompimiento rápido, tomé el balón con las dos manos y la retaqué en el aro”.

Su ritual previo a un partido

“El día del partido hago algunos rituales como trabajar en el gimnasio, descansar, meditar y rezar un poco. Minutos antes del juego, trato de pasar un tiempo sólo y me concentro en lo que será el partido, como jugarle al rival y en los tiros o jugadas que tengo pensados para ese día”.

El equipo más difícil

“Jugar en Utah es como un partido de playoffs, definitivamente es una de las duelas más complicadas de toda la NBA. Los fanáticos del Jazz te hacen sentir en un ambiente hostil, ya que apoyan con todo a su equipo. Los juegos contra el Jazz son intenso y por lo regular se definen en los últimos minutos y por una mínima diferencia”.

Su mejor recuerdo en la NBA

“Uno de mis mejores recuerdos es el Juego de Estrellas de 1998 en Nueva York. Hay muchas cosas que recordar en ese partido: fue el primero de mi carrera y me convertí en el jugador más joven de la historia que inicia como titular. El jugar contra Michael Jordan fue inolvidable. Me divertí mucho y pude estar al lado de grandes jugadores”.

Texto Las Reflexiones de Kobe Bryant publicado en el número 82 del año 11. Abril de 2011.

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