El COVID-19 sigue golpeando al mundo del basquetbol

Ha pasado poco más de un mes desde que el basquetbol paró en gran parte del mundo como medida para combatir el COVID-19. Aunque los jugadores de la NBA vencieron la enfermedad sin complicaciones, hubo algunos casos que terminaron en tragedia, como la lamentable muerte de la mamá de Karl-Anthony Towns. En las últimas horas, el New York Post reportó que la madre y hermano del ex jugador, Sebastian Telfair, perdieron la batalla contra el coronavirus en una historia por demás trágica.

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De acuerdo al reporte del diario neoyorquino, el pasado 28 de marzo falleció Dan Turner, hermano mayor de Sebastian Telfair, a causa de coronavirus, esto confirmado por Stephon Marbury quien es primo de Sebastian. El día de ayer, lunes 27 de abril, falleció Erica Telfair, madre del ex jugador de la NBA, también a causa de coronavirus. El COVID-19 sigue golpeando al mundo del basquetbol, no sólo en Estados Unidos ya que Leandro Barbosa, quien fue campeón de la NBA en 2015 con los Warriors, compartió su historia desde Brasil.

Leandrinho habló con Marc Stein del New York Times para revelar que dio positivo por coronavirus el pasado 21 de marzo mientras jugaba con el equipo Minas de Brasil. La esposa de Leandro, Talita Rocca, también dio positivo por COVID-19 y, con 38 semanas de embarazo, tuvo que entrar en labor de parto para garantizar la seguridad de ambos, la madre y el bebé.

“Todos estamos bien ahora. Estamos sanos. El bebé no tiene el virus, gracias a Dios”

Contó Barbosa a Stein.

Contrario a lo que relataron otros jugadores con coronavirus, Leandro Barbosa contó que cuando los síntomas aparecieron vivió un martirio,

“Fue la peor noche de mi vida. Sentí mucho dolor en el punto medio de mi cabeza, realmente sentí que iba a morir, hombre. Tuve mucha fiebre. Mi cabeza se sentía mal. Sentí mi naríz como si se hubiera cerrado. Sentí mucho dolor en mi espalda, no podía encontrar una posición cómoda”

Para su buena fortuna hoy se encuentra sano y salvo con su familia, sin embargo, la pandemia por COVID-19 ha dejado historias agridulces, algunas de alivio y otras tantas de luto.