Por Gabe Martin

Si de por sí es difícil el papel de esposa, imagínense lo que significa serlo de un jugador o entrenador de la NBA. Deben ser comprensivas cuando al celebrar el aniversario de una fecha importante, se enteran de que justamente ese día su esposo tiene un juego en una ciudad completamente distante de la que residen. Además de que no es tan sencillo salir a lugares públicos porque siempre estarán rodeados de fans pidiéndoles un autógrafo o una fotografía. En un restaurante, por ejemplo, es clásico que también los meseros piden la firma del recuerdo; y si es mujer hasta se pueden atrever a decirle que no solo es un buen jugador, sino que además es bastante atractivo. ¿Y la esposa? Pues aguantando las insinuaciones, después de todo no es culpa de su compañero ser famoso.

Muchos nos llaman el sexo débil, pero lo cierto es que se necesita de gran corazón, nervios de acero y mucha paciencia para convertirse en esposa de una estrella NBA.

Son las esposas quienes más sufren durante los partidos. Recuerdo que, en un juego de playoffs disputado entre Houston y Phoenix, la Sra. Barkley hacía “changuitos” con los dedos cada vez que su esposo Charles tiraba de la línea. Aparte de la angustia de ver perder a su equipo, ellas tienen que esforzarse por mostrar una sonrisa y decirle a su compañero:

“Lo hiciste muy bien, no te preocupes”

Las esposas son las más optimistas, ya que nunca le dirán a su amado que el equipo contrario tiene más posibilidades de ganar. Son las que más se emocionan cuando salen victoriosos en un partido y las primeras en pisar la duela para abrazarlos. Son las que comparten las noches de insomnio antes de una final. Las que rezan durante toda la temporada para que el equipo de su esposo llegue hasta playoffs.

Son las mejores enfermeras cada vez que ellos sufren una lesión, y las más preocupadas por su pronta recuperación. Son las porristas más entusiastas cuando la racha del equipo es mala. Las más fervientes admiradoras y las que tienen el álbum más completo con fotos y reportajes. Son las que tienen que compartir con los fans y los medios al esposo y padre de familia… Son las que siempre están allí aplaudiendo los éxitos y compartiendo los fracasos.

Pero eso no es todo, una esposa NBA también participa activamente en los trabajos comunitarios que los diferentes equipos realizan a lo largo de los Estados Unidos. Para ello, la NBA creó hace unos años, un programa denominado: “NBA Wives Save Lives”, que en español quiere decir: “Las esposas NBA Salvan Vidas”, el cual tiene como fin principal la prevención y lucha contra el cáncer mamario. Ademas de su participación en este programa, algunas esposas se han reunido con el fin de ayudar a su comunidad, como es el caso de la “Organización de Esposas de los Toros de Chicago” en el que participan las compañeras de entrenadores, jugadores y empleados del equipo. Cada año, realizan diferentes eventos con el fin de recaudar fondos; es asi como en 1998 hicieron donaciones a instituciones como la “Coalición de Mujeres Víctimas de Abusos”

Fragmento de Las incondicionales de la duela, Año 10, número 68. Febrero 2000

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