Sin duda alguna, el año 2020 será recordado como un año de muchas sorpresas en el mundo de la NBA; desde la pausa por la pandemia, hasta coronar a los Lakers en la burbuja de Orlando sin afición. Por si todo esto fuera poco las protestas raciales estuvieron a flor de piel, llevando a una mini huelga de tres días que comenzó con negativa de los Bucks a jugar contra el Magic de Orlando exigiendo justicia por el tiroteo a Jacob Blake. Kyle Korver habló sobre aquella noche que los Bucks alzaron la voz.

 

El veterano de mil batallas comentó que en el vestidor de los Bucks siempre se habló de estos temas de justicia racial y que al enterarse del tiroteo a Blake, su mente ya no estaba en la burbuja. Una de las historias más conmovedoras es que el coach asistente, Darvin Ham, vio reflejada la situación de Jacob Blake con sus hijos, así lo contó Korver:

“Ham tiene dos hijos veinteañeros que viven en Milwaukee, es un grandulón muy fuerte que estaba pensando en ellos y llorando sin parar.”

Kyle Korver miró su jersey que tenía la leyenda “Black Lives Matter” preguntándose ¿Qué hacer? George Hill fue el primero en mostrar su negativa a jugar, seguido por Sterling Brown, quien en 2018 fue víctima la brutalidad policial que se vive en Milwaukee. Para Korver la respuesta era muy clara, unirse a sus compañeros

“¿Qué puede hacer un chico blanco en esta situación? Unirse a los marginados.”

Fue así como se gestó una noche histórica para el deporte norteamericano, ya que más tarde algunas otras ligas y equipos siguieron el ejemplo de los Bucks, exigiendo justicia para la comunidad afroamericana.

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