La Bahía, o el Chase Center, recibía un partido que tenía como protagonistas a los mismos tres jugadores de los últimos 12 años, Stephen Curry, Draymond Green y Klay Thompson. Sólo que esta vez se sentía un poco diferente.

Pues el segundo miembro de los “Splash Bros”, volvió a San Francisco, esta vez con el jersey de los Dallas Mavericks, para enfrentar por primera vez al equipo con el que cimentó su legado, los Golden State Warriors.

Y aunque para Klay sólo era “un partido más de temporada regular en noviembre”, como el dijo horas antes del encuentro, todo el recinto se encargó de homenajearlo de diversas maneras. Desde las gorras de capitán de barco que portaban miles de aficionados debido a su apodo “Capitan Klay”, hasta el video que le hizo la organización, que se vio en las pantallas del estadio antes de comenzar el encuentro.

 

Ahora si, ya en el juego, el clímax se vivió en el último cuarto. Y como si de un guion de película se tratara, Steph y Klay fueron los protagonistas de sus respectivos equipos en los últimos ocho minutos del partido.

Thompson, quien fue de menos a más durante toda la disputa, puso a los Mavs cinco puntos arriba de los Warriors con cuatro minutos por jugar, con dos triples, que fiel a su estilo, apenas tocaron el aro, pura red.

Todo parecía que el regreso del escolta cuatro veces campeón de la NBA, terminaría con un triunfo de su equipo con una gran actuación de su parte. La famosa ley del ex.

Sin embargo, tuvo que llegar el ‘30’ de Golden State para arrebatarle el protagonismo a su ex compañero, y con un cierre de partido perfecto, lideró la remontada para los suyos, pues anotó los últimos 12 puntos de su equipo, y finalmente, los locales se llevaron la victoria en el primer partido de la NBA Cup, 120-117.

Klay terminó la noche con 22 puntos y seis triples encestados (máximo del partido), mientras que Steph finalizó con 37 puntos, nueve asistencias y cinco triples anotados. Una gran trama para aquellos que gozaron la época dorada de estos dos durante la dinastía de Warriors en la última década.

Finalmente, después del partido, Klay tuvo palabras para Curry, que dejó a toda la arena electrizada después de semejante actuación en el ‘clutch’:

“Me duele estar del otro lado de la película. Cuando Steph se enciende al final de los partidos, es normal que meta esos tiros ridículos. Simplemente apesta”.

Se debe recordar que al estar en la misma conferencia que los Mavericks, Klay y los Warriors se volverán a enfrentar tres veces más durante la presente campaña. Ya se verá como se desarrolla esta historia, sobre un amor del pasado.

 

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