LeBron James brindó una actuación redonda en el triunfo de los Cavs sobre los Wizards 121-115. El King James finalizó con 34 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias en su visita al Verizon Center de Washington, pero detrás de su brillante actuación existe una motivación extra, se trata de una invitada muy especial del jugador de los Cavs, quien estuvo en la arena para apoyarlo.
Ella es Leah Still, hija del jugador de la NFL, Devon Still, quien desde hace algún tiempo lucha contra un cáncer pediátrico. LeBron escuchó sobre su caso y le tocó el corazón, así que para la Navidad del 2014 le envió un jersey autografiado, Leah pudo conocer a su ídolo durante el All-Star Game en Nueva York, después LeBron fue el encargado de entregarle un reconocimiento durante la entrega de los ESPYS, pero debido a que se encontraba en medio de un tratamiento, Leah no pudo asistir a la ceremonia.
La pequeña nunca lo había visto jugar en vivo y antes de recibir la última parte de su tratamiento, su papá penspo que sería una buena motivación que Leah viera por fin a su jugador favorito, Así que la oportunidad llegó este 6 de enero cuando los Cavs visitaron a los Wizards. Devon, no pudo acompañar a su hija debido a que tenía que viajar a Houston, pero la pequeña viajo desde New Jersey a Washington acompañada de su abuela para estar presenten en el duelo entre Cavs y Wizards y finalmente cumplir el sueño de ver en acción a LeBron James.
La visita de la pequeña significó motivación extra para Lebron: “Sabía que estaría aquí, ella y Zhuri, mi hija pequeña, son mis dos mujeres favoritas en el mundo. Son increíbles. Sé que mi mamá y mi esposa se pondrán un poco celosas, pero ellas tienen ventaja. Su fuerza y el coraje que ha mostrado en los últimos años es algo que nos levanta y siempre es grato verla tan segura”.
Leah será sometida a un último tratamiento en Filadelfia a partir del viernes, la buena noticia es que el pasado mes de diciembre, los doctores la diagnosticaron libre de cáncer. Así culmina esta historia, donde LeBron James nos vuelve a mostrar que a pesar de todo lo que rodea a una estrella de la NBA, el King James tiene un gran corazón.
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