En el Draft de 1995, los Minnesota Timberwolves se llevaron en la quinta selección a Kevin Garnett, un jugador que se convirtió en un referente de la franquicia llevándolos a convertirse en un equipo asiduo en la postemporada. En 2003-04 se llevó el MVP de la temporada y un año antes fue el Más Valioso del All Star Game.

El día que Garnett llegó a Boston

Al salir de Minnesota, Garnett hizo historia con una transacción que hasta la fecha sigue siendo recordada como una de las más importantes de la era moderna del basquetbol. El 30 de junio de 2007, Kevin fue intercambiado a los Celtics en un movimiento en el que los Timberwolves se llevaron siete jugadores para su roster. Los elegidos fueron Al Jefferson, Ryan Gomes, Gerald Green, Sebastian Telfair y Theo Ratliff, además de un par de selecciones del draft de ese año donde escogieron a Jonny Flyn y Wayne Ellington.

Los Celtics formaron una tridente de ensueño para finales de la primera década del nuevo milenio. Garnett se integró al conjunto verde que contaba con Paul Pierce y Ray Allen, renovando el legado del Big Three que fue formado por Larry Bird, Kevin McHale y Robert Parish. Bajo el mando de Doc Rivers, los Celtics lograron ganar un nuevo título para 2008.

Este trio dio grandes resultados, pero poco a poco se fue diluyendo. Los hombres importantes que le dieron gloria a los Celtics se marcharon a otros equipos, dando fin a una era en el equipo de Boston. Garnett tuvo un paso fugaz por Brooklyn, para regresar a casa, Minnesota. Ahora, con 40 años, Kevin se encuentra en activo y es uno de los basquetbolistas más veteranos de la NBA, pero su talento y actitud lo han mantenido en la elite del baloncesto. El día que Garnett llegó a Boston será recordado como uno de los tratos más importantes de la liga.

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