El 28 de marzo de 1990, los Toros de Chicago llegaron al Richfield Coliseum de de Cleveland para visitar a los Cavaliers, en una fecha que se volvió histórica para el baloncesto. El partido fue un duelo de poder a poder, ninguno de los dos equipos dudó en salir a buscar la victoria y el drama los llevó hasta los tiempos extra en los que los Bulls se impusieron a los Cavs 117 – 113. Ese fue el día que Michael Jordan anotó 69 puntos, la máxima cantidad en un partido.

No sólo fue una máquina de anotar puntos, sino que terminó con 18 rebotes, seis asistencias y cuatro robos, con un 62.2% de efectividad al encestar 23 de 37 tiros de campo intentados. Estos números maquillaron la pobre actuación de sus compañeros, como Scottie Pippen, que tuvo más perdidas de balón, ocho, que puntos aportados, siete. Sólo Horace Grant tuvo doble dígito en puntos con 16, con esto se confirma que la fortaleza de Jordan podía cargar a todo un equipo, a pesar de las adversidades.

FacebookTwitterWhatsAppCopy Link