Parece que el hecho de que la Selección Femenil haya obtenido su pase al torneo FIBA Americup causó más problemas que alegrías en algunas instancias del deporte en nuestro país. Una vez más las chicas de la selección se enfrentan a contratiempos que complican su trabajo dentro de la duela.

la Selección Femenil haya obtenido su pase al torneo FIBA Americup causó más problemas que alegrías

El plan del coach Javier Ceniceros era viajar el día 3 de agosto y de esta manera tener la oportunidad de que el equipo descasara y todavía tuviera tiempo de jugar un partido de preparación en tierras argentinas antes del debut contra Puerto Rico, sin embargo este plan se ha venido abajo ya que el equipo viajará hasta el viernes 4 de agosto, es decir, dos días antes del inicio de torneo, lo peor es que es casi un hecho que el equipo no viajará completo y lo harán en grupos.

Así que a un viaje de más de 11 horas, se le debe agregar que no viajarán juntas, que probablemente tengan que esperar varias horas en conexión, que no tienen dinero para viáticos y que llegaran con muy pocas horas previas al inicio del torneo.

El sentimiento del equipo es que están abandonadas, si bien han contado con las facilidades para llevar una concentración por parte de la CONADE y que en algunos gastos las han ayudado la gente de ADEMEBA, la realidad es que se olvidan de la Selección Femenil.

Algunas de las seleccionadas han tenido que posponer cuestiones escolares o dejar en pausa sus trabajos por el orgullo de representar a México, pero está claro que un deportista de alto rendimiento necesita tener ese respaldo económico para poder dedicarse al cien por ciento a su trabajo y no tener que preocuparse por saber si tendrá hotel para pasar una noche fuera del país o si le alcanzará para comer algo en el transcurso del viaje.

Un poquito más de atención por parte de las autoridades llámese Conade o Ademeba, no estaría mal, sabemos que no es fácil la cuestión de los presupuestos, sobre todo para Conade quien prácticamente asume las funciones de una federación, pero ellas se lo han ganado y merecen recibir el mismo trato que se ha tenido con otras representaciones mexicanas.

Al final, esto no es más que un reflejo de la situación que vive el basquetbol en nuestro país, mientras no haya una institución que se encargue de regir este deporte, de darle un rumbo claro, estabilidad, planeación y orden, las cosas seguirán así para la Selección Femenil y para todas las selecciones, pues es un hecho que prácticamente todas han vivido este tipo de situaciones.

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