El formato para el All-Star Game de este año causó mucha expectación, el hecho de saber que Stephen Curry y LeBron James elegirían a sus compañeros provocó que tanto medios como aficionados, se metieran de lleno en el tema e incluso se hicieran hasta campañas en redes sociales pidiendo que el Draft se transmitiera por televisión.

Al final, esto no se llevó a cabo y los capitanes pudieron elegir sin que se hiciera publico el orden en el que eligieron a las otras estrellas. Todo iba bien, dos equipos llenos de estrellas, con jugadores espectaculares, sin embargo, llegó lo que ya se conoce como la Maldición del Team LeBron.

Unos cuantos días después de darse a conocer los rosters, comenzó una plaga de lesiones que azotó principalmente a los jugadores seleccionados por LeBron James.

El primero en caer fue DeMarcus Cousins rotura del tendón de Aquiles, que lo dejó fuera no solo del All-Star, sino de toda la temporada.

Después llegó la baja de John Wall de los Wizards, quien se sometió a una cirugía para corregir un problema en la rodilla, de tres a cuatro semanas de recuperación, es decir, adiós All-Star.

La maldición del Team LeBron

La plaga cobró otra víctima, Kevin Love,  quien sufrió fractura en la mano izquierda la cual lo alejará de las duelas por espacio de dos meses, sumando otra baja al golpeado equipo de su compañero LeBron.

Finalmente el Team LeBron recibió otro duro golpe cuando a poco más de una semana para el All-Star, Kristaps Porzingis se lesionó la rodilla izquierda, por lo que estará fuera de actividades por lo menos unos seis meses.

Los reemplazos ya fueron anunciados y antes las lesiones, otras cuatro figuras tendrán la oportunidad de estar en el Juego de Estrellas, así fueron llamados los nuevos invitados:

DeMarcus Cousions – Damian Lillard

John Wall – Andre Drummond

Kevin Love – Goran Dragic

Kristaps Porzingis – Kemba Walker

La maldición del Team LeBron

¿Mala suerte?, ¿karma?, ¿destino?, lo cierto es que en esta primera ocasión, el Team LeBron no ha comenzado con las mejores vibras veremos si las cosas cambian el próximo 18 de febrero en el Staples Center.

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