El 26 de octubre de 1984 Michael Jordan vestía por primera vez los colores que lo consagrarían como el mejor jugador de la historia. Fue el primer juego de temporada en la NBA de Michael Jordan y se enfrentó a los Washington Bullets.
MJ fue elegido por los Bulls en la posición No. 3 del Draft y, con sólo 21 años, ya llamaba la atención de la gente. Esa noche, los Bulls se llevaron la victoria 109-93 y Jordan tuvo un modesto pero eficiente partido.
En su debut, terminó con 16 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias. Fue un partido que si bien no lo expuso como la estrella que llegaría a ser, nos dio un adelanto de lo que estaba por venir.
En su temporada de novato, “Su Majestad” promedió 28.2 puntos, 6.5 rebotes y 5.9 asistencias por partido. Estos números y varios partidos destacables le valieron el título de novato del año y lo puso en la mira de todos.
Lo demás es historia, 6 títulos en 6 finales y una carrera llena de logros, pero fue en octubre del 84 cuando Michael Jeffrey Jordan dio el primer paso hacia la inmortalidad.
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