Son las 7 de la noche en Tijuana y la gente ha llenado el Gimnasio-Auditorio Rodrigo Valle Hernández con un solo anhelo: ver a las chicas del CETYS campeonas en el torneo de los Ocho Grandes.

Es el partido final de un torneo largo y disputado. Las invitadas son el ITESM Monterrey y las locales: CETYS Tijuana, equipos que dejaron en el camino a duras universidades como la UANL y el ITESM CEM.

Las gradas están llenas de playeras amarillas en apoyo a Myriam Lara y compañía pero Daniela Pardo y su equipo no se dejan imponer por un gimnasio lleno de rivales. Minutos antes de saltar a la duela, las chicas de ambos equipos están concentradas, con audífonos y se mueven tratando de dejar los nervios fuera.

Hoy, Las chicas del CETYS Tijuana juegan con uno más: el público. Cientos de personas hacen que la localía pese. Gritan, aplauden y abuchean en pos de sus chicas en cancha. Familiares, aficionados y universitarios se dieron cita para hacer pesar su casa.

Son 10 jugadoras en cancha concentradas completamente y no se guardan nada en este juego decisivo. Es un duelo que se vive al límite en cada jugada, rebote, colada, tiro o pase.

Las figuras de ambos equipos no decepcionan a los asistentes. Es un deleite ver jugar a Myriam Lara y Daniela Pardo, seleccionadas nacionales que juegan en diferentes posiciones pero son igual de importantes para sus universidades. Myriam domina al poste y Daniela tiene una habilidad ofensiva que cautiva.

Por momentos se despega el CETYS pero el Tec de Monterrey es un equipo que nunca se da por vencido. Definitivamente los dos equipos merecerían ganar, pero sólo puede haber una reina en los Ocho Grandes después de 40 minutos emocionantes.

Por parte del Tec, Daniela Pardo anotó 22 puntos con grandes jugadas y del lado del CETYS, María Fernanda Gil encestó 12 unidades en momentos clave, pero sin duda Myriam se llevó un merecido reconocimiento a la jugadora más valiosa del torneo después de tener una final de ensueño con 32 puntos y 19 rebotes.

Las chicas de CETYS Tijuana consiguieron la anhelada hazaña: son el equipo femenil número uno en el basquetbol colegial mexicano. Las jugadoras rompen en llanto, gritan y celebran el resultado de horas de entrenamiento, derrotas, victorias y duras lecciones. Es aquí cuando piensan que todo ha valido la pena. Alzan el trofeo rodeadas de su familia, amistades y conocidos; es un momento que recordarán por siempre.

¡Gracias a los dos equipos por regalarnos una final emocionante!

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