A finales de la década de los ochenta, Michael Jordan ya daba chispazos de los que terminó por explicar en los noventas. Su innegable talento estuvo en la congeladora durante seis temporadas, sobre todo gracias a la hegemonía ejercida por los Pistons al finalizar los años ochenta. Luego de barrerlos en las finales de Conferencia del 91, llegó al ansiado debut de Jordan en las Finales de la NBA en uno momento histórico para el basquetbol mundial.

El 2 de junio de 1991, los ojos del mundo estaban puestos en el Chicago Stadium para ver lo que a la postre sería el pase de estafeta de Magic a Jordan. Una nueva era en el basquetbol comenzó aquella noche y de forma curiosa, Michael Jordan no tuvo tanta suerte. El juego fue ganado por los Lakers de Los Angeles 93-91, pero Michael debutó con un doble dígito de 36 puntos y 12 asistencias, pero no fueron suficiente para revertir el marcador.

Del otro lado, Magic Johnson terminó con triple doble de 19 puntos, 10  rebotes, 11 asistencias en la victoria de los Lakers, la única de aquellas Finales. Los Bulls se fueron tendidos y ganaron los cuatro juegos siguientes para coronarse por primera ocasión en la historia. Estas Finales también serían las últimas para Magic, quien unos meses más tarde anunciaría su retiro del basquetbol. Sin duda alguna, esta fecha marcó la historia del basquetbol mundial, dos leyendas en la misma duela en unas Finales de la NBA, el fin de una era para comenzar la dinastía de los Bulls.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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