Los pronósticos se cumplieron. Los Warriors de Golden State barrieron las Finales de la NBA y se coronaron campeones de la temporada 2017-18 en casa ajena, frente a la afición de Cleveland y un derrotado LeBron James que puede que se marche luego de este juego. Con un marcador arrollador de 108 a 85, Golden State se lleva su sexto título de la NBA, tercero en la era Kerr-Curry y ya se ubica en el tercer puesto de los más ganadores de la liga junto a los Bulls de Chicago.

Los Warriors refrendan su dinastía

Como fue costumbre en los tres juegos previos, Stephen Curry y Kevin Durant comandaron una ofensiva que no pudo detener el quinteto dirigido por Tyronn Lue. Fieles a su tradición, tras un cerrado final de la primera mitad, el tercer cuarto fue crucial para victoria de Golden State al anotar 25 puntos y limitar a los Cavs a sólo 12. La losa fue muy pesada y provocó la novena barrida en las historia de las Finales, la segunda que se lleva LeBron James.

Tras unas Finales de ensueño, Kevin Durant repitió la hazaña y se llevó el MVP de las Finales por segunda ocasión consecutiva. Con esto, los Warriors refrendan su dinastía y se llevan su tercer título en cuatro finales disputadas en la misma cantidad de años seguidos, un logro que sin duda será reconocido en los libros de historia del basquetbol con letras doradas.

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