En años recientes, la polémica ha perseguido a la NCAA por algunos escándalos de corrupción en los que se han visto involucrados. La forma de reclutar jugadores es uno de los agujeros negros que se presta para prácticas deshonestas, ya sean las universidades tomando ventajas o el atleta recibiendo algún tipo de gratificación. Es por eso que la NCAA cambiará las reglas de reclutamiento para la próximas temporadas de Draft.
Uno de los cambios significativos será que los jugadores inscritos al Draft y que no sean elegidos podrán volver a la universidad, continuar con su carrera profesional y jugar en la NCAA. La otra gran propuesta es que habrá una condición de “jugador elite”, ya sean a nivel high school o universidad, que serán determinados por USA Basketball y la NCAA. Estos jugadores podrán tener contacto con agentes para asesorarse y buscar la mejor opción, algo que sucede en la clandestinidad pero ahora será legal.
Se espera que con estas medidas haya un proceso más honesto y beneficie a los jugadores, quienes son los que enaltecen el sistema deportivo sin recibir un sueldo, aparentemente. La NCAA trata de adaptarse a la evolución del basquetbol y encaminar a los jugadores universitarios hacia una vida profesional, ya sea en la duela en caso de ser elegidos en el Draft o en sus respectivas profesiones.
Foto vía USA Today
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