La Copa del Mundo de Baloncesto FIBA Femenina 2018 terminó su fase de grupos y lo hizo con una gran sorpresa para el conjunto local. Después de mantener un paso firme en sus dos primeros partidos, donde logró par de victorias ante Japón y Puerto Rico, España se enfrentó ante el quinteto de Bélgica que se postula como el caballo negro del mundial femenino.
Ante su público en Tenerife, España debía ganar si quería pasar de forma directa a los cuartos de finales y evitar los juegos clasificatorios, pero el conjunto belga jugó por nota y le brindó una dolorosa derrota a las ibéricas. Fue un partido de poder a poder en el que ambos equipos lucharon con intensidad por llevarse el triunfo, sobre todo las belgas que sufrieron un descalabro ante Japón y que sabían que no había más que la victoria.
Emma Meesseman, la figura de Belgica, demostró tener el valor para echarse al equipo al hombro y en los momentos de mayor presión apareció para conseguir el pase directo. España no logró revertir el marcador en gran parte del partido, pero eso no era problema siempre y cuando la diferencia final de la derrota no fuera mayor a siete puntos, ese era el número clave para ir de forma directa a cuartos.
Con un segundo por jugar y el partido 70 a 63 a favor de Bélgica, las ibéricas tuvieron una seria distracción y Meesseman no perdonó y mandaron a las locales a un partido de vida o muerte contra Senegal. Con el triunfo, Bélgica se quedó con el liderato del grupo C y se unió a Canadá, EE. UU y Australia como los invitados seguros a cuartos de final. España, por su parte, debe ganarle a Senegal para llegar a su cruce con el conjunto de la Hoja de Maple y al menos no se cruzará con EE. UU hasta una hipotética final.
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