A principios de temporada, Carmelo Anthony se disponía a emprender una nueva aventura junto a uno de sus mejores amigos, Chris Paul, en los Rockets de Houston. Desafortunadamente, Melo fue cortado por el equipo y por el momento se encuentra fuera actividad, pero eso no impide que siga con su labor comunitaria. En conmemoración del Black History Month, Melo habló con Taryn Finley sobre la influencia que tiene más allá de la duela.
Carmelo Anthony creció en el barrio de Red Hook en Nueva York, lugar donde se enamoró del basquetbol; “Se convirtió en mi amor. Era como una novia. Era alguien con quien crecí, como la chica de la calle, la chica de al lado” comenta Melo en esta entrevista. Respecto a su pausa en la duela, Carmelo contó que su regreso es inminente, “estoy seguro de que llegará pronto. Estaría sentado mintiéndote si dijera que no vendrá pronto. Creo que quiero que venga pronto”.
Respecto a su labor comunitaria, a través de su fundación, Carmelo Anthony ha colaborado en diversos proyectos que ayudan a acercar a jóvenes en riesgo al deporte; “hemos estado construyendo canchas en barrios desfavorecidos, comunidades desfavorecidas desde Nueva York hasta Puerto Rico. Probablemente tengamos 11 canchas en Puerto Rico que la gente ni siquiera conoce, pero está ahí”.
El basquetbol trajo muchas alegrías, fama y riqueza al ex jugador de los Knicks, mismas que ha sido compartida a través de los años con la gente que más lo necesita. Consciente y orgulloso de sus raíces latinas, Melo ayudó a todas las familias damnificadas a causa del huracán María que azotó Puerto Rico en 2017; “Nos asociamos con Feed the Children, para alimentar a cientos y miles de personas y familias” comentó Melo al HuffPost. Aunque por el momento se encuentra ausente de las duelas profesionales, la influencia de Carmelo Anthony ha traspasado barreras y es de aplaudir su labor en la comunidad que lo vio crecer.
Foto e info vía HuffPost
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