La jornada de viernes en la NBA comenzó con una batalla sin descanso entre los Pistons de Detroit y los Hornets de Charlotte, dos equipos que han tenido un arranque trompicado en esta temporada y buscan conseguir regularidad. En esta ocasión, los Pistones tomaron la iniciativa del encuentro, llegando a ponerse arriba hasta por 14 unidades al finalizar la primera mitad.

Los Hornets hicieron valer su condición de locales para emparejar las acciones del partido en el último cuarto, ofreciendo a su público un final no apto para cardiacos. En la recta final del partido, los Pistons lograron volver a empatar el partido y cuando todo indicaba que tendríamos tiempo extra, Malik Monk tomó la última posesión para disparar un bombazo que dejó helados a los todos los Pistons.

 

Con un marcador de 109 a 106, los Hornets le brindaron a los Pistons su cuarta derrota al hilo, esta la más dolorosa de todas. En esta nueva etapa, ya sin Kemba Walker, los abejorros han navegado contra corriente, pero son Terry Rozier y Malik Monk los jugadores que han asumido el rol protágonico del equipo; en esta ocasión ambos finalizaron con 19 puntos, siendo Malik una pieza importante al salir como relevo.

Del lado de Detroit, el quinteto inicial no carburó y tuvo que venir Langston Galloway desde el banquillo para anotar 32 puntos, mientras que Blaker Griffin colaboró con 19 unidades. Al momento, ambos equipos marchan con récord negativo; los Hornets 5-7 y los Pistons 4-9. Esperamos que el quinteto de la Ciudad Motor comience a agarrar ritmo para que a su llegada a la CDMX ya estén más aceitados.

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