Este año los Warriors de Golden State llegaron como el equipo colado a los juegos de Navidad con una marca nada decorosa de 7-24, algo que ni la misma NBA imaginó antes de armar el calendario. Enfrente estaba uno de los equipos más despiadados de la liga, los Rockets de Houston que en años recientes han sufrido cuando se enfrentan a los Guerreros en fechas importantes. Y esta ocasión no fue diferente, a pesar de las ausencias en el equipo de Golden State.

Los Warriors arrancaron con paso firme, tomando el control del partido en el primer cuarto; hasta que Harden y compañía tomaron ritmo. Poco a poco Houston ganó confianza para darle la vuelta al marcador y poner a los Guerreros 13 puntos abajo, algo que parecía dictar sentencia final al partido. Una buena racha de 16-2 puso a los Warriors de nueva cuenta al frente del marcador, encaminándose a una victoria por 116 a 104, la tercera en fila.

 

Damian Lee fue el máximo anotador de los Warriors 22 unidades, 15 rebotes y 4 asistencias, seguido por Draymond Green, quien finalizó con 20 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias. James Harden y Russell Westbrook también cerraron el partido con doble decena, 24 puntos y 11 asistencias para “La Barba” y 30 puntos y 12 rebotes para Russ.

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