Por: José Angel Mora

Cuatro meses después del primer caso confirmado en la NBA, aquel 11 de marzo cuando el francés Rudy Gobert del Jazz de Utah daba positivo por COVID-19 y con ello iniciaba una etapa oscura en el mejor baloncesto del mundo, que si bien es cierto ya se tiene una fecha de reanudación de actividades, las condiciones para ello no son las óptimas y habrá varias ausencias en la “Burbuja de Orlando”.

Unos por cuidado personal, otros más porque sus clubes no participarán en el regreso de la NBA y varios más por lesión, pero alrededor de un centenar de jugadores no verán acción en una denominada “jaula de oro” en Disney World, con protocoles extremos para el control de una problemática que sigue aquejando al mundo entero, medidas de seguridad muy estrictas y apegadas a lineamientos que son necesarios para garantizar lo más posible un desarrollo pleno de una atípica campaña, pero que también tiene su lado positivo al proveerle un bálsamo de esperanza a toda una sociedad urgida de entretenimiento deportivo.

Un total de ocho organizaciones no seguirán, por lo que jugadores como Stephen Curry, Karl-Anthony Towns, Trae Young, el mexicano Juan Toscano, Terry Rozier y otros más, ya se despidieron del certamen por un sistema de competencia modificado, aunque el propietario de los Atlanta Hawks, Tony Ressler, mencionó que dichas franquicias buscarían una alternativa para no estar inactivos por 9 meses, ellas son Hornets, Bulls, Warriors, Pistons, Cavaliers, Knicks, Wolves y los propios Hawks.

¿Los favoritos? Sin duda alguna me voy por un equipo que luce como el principal aspirante a llevarse el campeonato, Los Ángeles Lakers, liderados por LeBron James y que cuentan con un plantel por demás completo, sumado a Anthony Davis y que hace unos días recibieron la buena noticia de que Dwight Howard sí estará disponible en el certamen en Orlando, a pesar de haber puesto en duda su participación, por lo que, con todo respeto para los demás equipos, veo demasiado fuertes a la tropa angelina.

Ahora bien, el regreso está a la vuelta de la esquina, pero los casos positivos siguen manteniendo una fuerte alerta en Estados Unidos, sin embargo, las decisiones tomadas por el comisionado Adam Silver han sido muy tajantes en torno a si se pudiera suspender o no la campaña en definitivo, o bien, aplazarse un poco más, manteniendo la decisión de comenzar el 31 de Julio y finalizar la temporada a más tardar el 13 de octubre.

Al estilo Disney

La mayoría de jugadores, cuerpo técnico y staff de los clubes ya se encuentran en Florida y con ello se dieron inicio a los protocolos previamente establecidos, como el de una “Magic Band” que servirá para darle seguimiento a cada persona, un dispositivo que cuenta con un chip inteligente para mantener el distanciamiento y que servirá como una guía en las actividades que realiza cada elemento.

De igual forma, habrá alarmas de proximidad para saber las distancias entre una persona y otra, sumado al empleo de un anillo para detectar síntomas relacionados al COVID-19, mismos como temperatura, ritmo cardiaco y la respiración de cada usuario, mientras que la alimentación estará regulada por personal especializado junto a servicios de habitación muy específicos.

Cada estrella de la NBA contará con espacios para realizar sus actividades física y recreativas en los tiempos destinados a ello, por lo que no podrán estar fuera de los límites del recinto en Orlando y una salida del mismo, significaría el entrar a un confinamiento por al menos 15 días.

Se mantienen muchas incógnitas, incertidumbre, observaciones y noticias en torno a la reanudación de la NBA, mismas que deben irse solucionando de manera inmediata para salvaguardar la integridad de miles de personas que estarán ligadas al retorno de la temporada.

El retorno es complicado, sí, pero esperemos que las cosas evolucionen de manera favorable.

Nos leemos pronto…

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