Liz Cambage llega a la revista del conejito

Sin duda alguna, Liz Cambage se ha convertido en un sex symbol de la WNBA. La jugadora de Las Vegas Aces, además de poseer un talento nato en la duela coronado por su impresionante altura, presume de un figura y rostro de impacto. No es un secreto que la australiana está muy orgullosa de su cuerpo que ha trabajado de una manera espectacular; es una mujer que no teme a las críticas y así lo ha demostrado al realizar varias sesiones de fotos en las que se muestra con muy poca ropa y constantemente comparte en sus redes sociales su día a día: desde la intimidad de su hogar, se le puede ver paseando en bikini o simplemente tomando un descanso con ropa cómoda.

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Esta semana Liz nos tenía preparada una sorpresa, pues se dio a conocer su colaboración con la famosa revista del conejito Playboy, acompañada de un mensaje en el cual agradece a la revista y dedica sus fotos para cualquiera que no esté empoderado o confiado en su propia piel, deseando que su amor propio pueda ayudar a amarse a quienes luchan contra lo que ven en el espejo.

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Liz Cambage se caracteriza por esa espontaneidad que conquista más que su aspecto físico. Su actitud desenfadada y fresca, además de su impresionante presencia en la cancha, permiten que comparta lo que se le da la gana, es lo que la hace más sexy. Si bien esta no es la primera vez que Liz acapara las miradas por su aparición en una revista, pues recordemos que hace unos meses fue imagen de la revista Elle Australia, además de su desnudo para ESPN en The Body Issue, en el que rodeada de balones mostró su lado más sexy, sin dejar de lado su faceta como deportista.

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Liz ha manifestado en varias ocasiones lo difícil que fue para ella aprender a amarse, pues cuando era adolescente pasó muy malos ratos odiando su estatura, misma que le llevaría a las duelas y la convertiría en una de las más grandes estrellas del basquetbol.

Definitivamente siempre tenemos algo nuevo que aprender de esta espectacular mujer que sin miedo nos ha mostrado su cuerpo, pero también sus heridas, el mensaje de Liz a través de estas fotos es puramente de amor propio y aceptación.

Foto vía Playboy