Ante un escenario atípico y sin precedentes, los Lakers de Los Angeles levantaron el trofeo Larry O’Brien en la burbuja de Orlando, poniendo punto final a una sequía de 10 años sin título de la NBA. En esta ocasión no hubo público que ovacionó a LeBron y compañía, pero eso no impidió que la celebración fuera en grande. Algunos, como el MVP de las Finales, aprovecharon la tecnología al alcance para hablar con sus seres queridos y compartir un poco de la felicidad que vivieron.

 

Kyle Kuzma salió a hablar con los medios de comunicación, al estilo JR Smith sin camiseta, y fue muy honesto:

“Estoy medio borracho ahorita, por toda la champaña, así que no sé cómo actuar exactamente.”

Alex Caruso siguió su ejemplo y llegó a la entrevista con botella de champaña en mano y sin camiseta.

 

Mientras los jugadores de los Lakers se alocaban en el vestidor, en la duela los hijos de algunos jugadores aprovecharon el momento para jugar con todo el confeti y papelitos que cayeron en el festejo.

 

Rajon Rondo también se tomó un momento para disfrutar de este nuevo título con su hijo.

Como era de esperarse, en las calles de Los Angeles comenzó la locura y los gritos de Kobe Bryant comenzaron a aparecer.

 

La Laker Nation se dio cita a las afueras del Staples Center para celebrar el título número 17 de esta franquicia que inició en Minneapolis.

 

Fue una promesa hecha por el equipo, y Anthony Davis habló sobre la importancia de este campeonato dedicado a la memoria de Kobe Bryant.

Para cerrar la noche, y una temporada llena de magia en la burbuja de Disney, el castillo icónico de Disney Magic Kingdom se iluminó de púrpura y oro para celebrar, y despedir, a los campeones de la NBA en la temporada 2019-20, los Lakers de Los Angeles.

 

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