Si hay un hombre que se convirtió en mas que leyenda en la NBA es definitivamente Michael Jordan, el famoso jugador de los Bulls de Chicago que dejó su nombre grabado con letras doradas en la historia del basquetbol. Enlistar cada uno de los días en los que Jordan se consagró como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos es casi imposible, ya que son innumerables las fechas en las que este hombre nos hizo dudar de su naturaleza humana.

A pesar del paso de los años, y las nuevas generaciones con nuevos jugadores espectaculares dentro de la duela, el lugar de Jordan es insustituible. Abril de 1986, en el Boston Garden, un juego de playoffs en el que Jordan se lució como nunca ante sus contrincantes. El rival eran los espectaculares Celtics de Boston, que era considerado como uno de los mejores equipos y más completos de la historia de la NBA, con Larry Bird en su mejor momento.

 

Con 63 puntos anotados, en una temporada con pocos partidos jugados ese año debido a una lesión, Jordan demostró un talento que no era de este mundo. Ahí fue cuando Bird se rindió ante el talento de Su Majestad y pronunció una de las frases mas icónicas en la carrera de Jordan.


¡Apóyanos! Conoce nuestro proyecto en Kickstarter, dona y sé un patrocinador de Viva Basquet


“I think he’s god disguised as Michael Jordan” / “Creo que es Dios disfrazado de Michael Jordan”

 

35 años después, recordamos lo que muchos llamaron ‘El mejor juego jamás jugado’. El resto es historia. No habrá otro hombre que iguale el legado de su majestad en la NBA, aunque hoy día, la liga cuenta con mucho talento, será difícil que logren la popularidad y respeto que se ganó Michael Jordan.

FacebookTwitterWhatsAppCopy Link