Recientemente China se ha vuelto envuelta en un escándalo por presunta violación de derechos humanos, en contra de una comunidad autónoma, los uigures, pertenecientes a la región mas grande de China, llamada Xinjiang. Dichas acusaciones están asociadas con la producción de algodón en esa región, donde presuntamente los uigures son obligados a trabajos forzosos.

¿Y esto qué tiene que ver con la NBA? Recordemos que marcas como Li-Ning y Anta, dos de las compañías chinas proveedoras de calzado y ropa deportiva, tienen firmados cuantiosos contratos con algunos jugadores de la NBA, como Klay Thompson y Dwyane Wade. Estas y otras marcas chinas, se han pronunciado públicamente a favor del consumo del algodón producido en la región de Xinjiang, mientras que marcas como Nike y H&M se han pronunciado en contra de la utilización de dicho algodón, la NBA y los jugadores con contratos con Li-Ning y Anta, se encuentran entre la espada y la pared, tras las acusaciones en contra Xinjiang por trabajo forzado y genocidio.

 

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De acuerdo con un artículo publicado por “The New York Times”, el sentido nacionalista de los consumidores chinos ya cobró sus primeras ‘víctimas’, pues varias celebridades terminaron sus contratos con marcas occidentales, mientras que varios ciudadanos han publicado videos quemando tenis y productos Nike.

He ahí el problema. No solo los jugadores sino también la NBA, se encuentran en un dilema moral, entre seguir contribuyendo con un presunto genocidio y violación de derechos humanos, o perder el mercado Chino.

Recordemos que hace tiempo los Rockets estuvieron envueltos también en una situación de tensión con China, al igual que LeBron James, quien estuvo involucrado en una ‘guerra’  con el mercado Chino, tras publicar una serie de declaraciones vía Twitter, a lo que sus seguidores en Hong Kong se manifestaron al quemar sus camisetas y hacerlo público vía redes sociales.

 

La NBA ha evitado a toda costa causar polémica con este delicado caso, y los jugadores tampoco han querido tomar una postura al respecto. Pero el caso Xinjiang puede que estalle en cualquier momento.

Info vía New York Times

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