Criticar a los oficiales tras el juego 3 de la serie entre Rockets y Mavericks, le costó al coach de Dallas, Rick Carlisle una multa de 25 mil dólares. Las cosas cambiaron para el juego 4 y el hecho de evitar la eliminación con un triunfo de 121-109 sobre los Mavs, le inyectó al coach algo de humor, así que durante la conferencia de prensa posterior al partido, decidió crear un momento gracioso cuando se puso un poco de cinta adhesiva en la boca para evitar hablar del trabajo de los árbitros y así no pagar más multas.

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