Gustavo Alfonso Ayón Aguirre, conocido también como el Titán de Nayarit, Grandul o Galanazo, es uno de los mayores exponentes del baloncesto mexicano en la actualidad. El jugador de Real Madrid ha vivido una carrera llena de éxitos en su país natal y en España, combinados con algunos tragos amargos en la NBA.

La historia de este gigante de 2’08 comienza en un pequeño pueblo del estado de Nayarit, Zapotán, de poco más de 1000 habitantes. Allí le conocían como “el vago”, apodo que se podría asimilar a travieso porque era un niño que nunca estaba quieto. En más de una ocasión, familiares directos en entrevistas han reconocido que el pequeño Gustavo era incontrolable.

Gustavo Ayón: La historia del Titán de Nayarit

De sus padres le viene a él y a sus hermanos la pasión por el baloncesto, desarrollada en ese pequeño y tranquilo pueblo del este de México. El gran salto llegó en 2003, cuando se marcha a la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), de gran prestigio en el deporte de la canasta y donde Ayón demostró el potencial que atesoraba. Varios títulos y buenas actuaciones le valieron para dar un paso más en su carrera y marcharse a USA.

Fue concretamente la universidad de San Jose State en California donde el Titán probó fortuna, pero esta no le acompañó (le ha pasado prácticamente en toda su vida profesional en territorio norteamericano), por lo que retornó a los pocos meses a su tierra natal.

En su vuelta, disputó la LNBP con rotundo éxito, consiguiendo en tres temporadas dos campeonatos y siendo de los jugadores más destacados de los torneos. En 2009 dio el salto a la ACB, jugando para Baloncesto Fuenlabrada (previo paso por Tenerife en LEB Oro), sobresaliendo como jugador revelación y luciendo el apodo de Titán por España.

En diciembre de 2011 llega la ansiada llamada de la NBA, fichado por New Orleans Hornets. Llegó a promediar 20 minutos por partido, pero su escaso rendimiento le llevó de traspaso en traspaso (pasando por Orlando Magic, Milwaukee Bucks y Atlanta Hawks) hasta que el sueño americano tocó su fin.

Pero Gustavo Ayón logró reinventarse después de varios años de escasa actividad, y se marchó a todo un Real Madrid, uno de los equipos más potentes y exigentes del viejo continente. A sus 29 años explotó todas sus virtudes, convirtiéndose en jugador clave para el equipo blanco y ganando cinco títulos en un año. Todo un hito, erigiéndose además como una de las estrellas de la Copa del Rey proclamándose MVP de la gran final.

En la actualidad es una de las referencias en la pintura del club madridista, que lucha año tras año por conquistar todos los títulos a su alcance. No en vano, es el principal candidato a ganar la liga ACB y ocupa un puesto de privilegio en la terna de favoritos a la Euroliga, segunda competición más prestigiosa de baloncesto del mundo.

Por si fuera poco, Ayón fue uno de los líderes de la selección nacional, con la que se clasificó al Mundial por primera vez en 39 años para el país y ha conquistado el FIBA Américas y el Centrobasket en 2013 y 2014. Tras diversos problemas con los órganos administrativos del baloncesto del país azteca, decidió no volver a participar con el combinado.

Para este nuevo inicio, el Grandul ha reconocido haber cometido errores en campañas pasadas, sobre todo relacionadas con su peso y su estilo de vida. El nayarita aseguró en una reciente entrevista “No me ha vuelto a pasar lo mismo. He regresado con 112 kilos, más de seis kilos menos que el año anterior, y eso es fundamental para empezar bien la temporada. Ser autocrítico es importante, hay que ver las cosas buenas y las malas y espero que este año no haya autocrítica y sí celebración”.

La intención de Ayón no es otra que seguir conquistando nuevos títulos que le alcen como uno de los grandes en la historia del deporte de la canasta en su país, y seguir llevando por las canchas del mundo el nombre del Titán de Nayarit.

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