El All Star Weekend de la NBA está a pocas semanas de llevarse a cabo en Los Angeles. Es justo desde antes del Juego de Estrellas del 2017 en Nueva Orleans que Zach LaVine no ve acción en la duela a causa de una terrible lesión que lo ha dejado fuera de las canchas. Una rotura de ligamento cruzado marginó a LaVine por lo que quedó de la temporada pasada. Ya en el verano fue intercambiado por los Timberwolves y ahora es jugador de los Bulls de Chicago.

Después de casi un año, LaVine tuvo permiso para volver a despegar el sábado contra los Pistons, justo el equipo contra el que disputó su último partido con la camiseta de los Timberwolves. Así le dieron la bienvenida en el United Center.

Zach regresó con la misma fortaleza de siempre y revivió viejas glorias, sobre todo con la marca de la casa: las clavadas espectaculares. Para muestra la reacción del recoge pelotas después de su primera volcada con los colores de los Toros, al menos en el entrenamiento.

De inmediato se hizo presente en el marcador con un triple abierto que desató la locura de los aficionados de los Bulls. Y miren que luego de ver a Jordan y compañía durante tanto tiempo, no son un público fácil.

LaVine tuvo una buen presentación con Chicago, colaboró con 14 puntos en 19 minutos que vio actividad. Los Bulls tuvieron un triunfo muy cerrado antes los Pistones en un clásico de la conferencia del Este. 107 – 105 fue el resultado final y de nueva cuenta, Lauri Markkanen fue el mejor de los Toros con 19 puntos, quien también llegó junto a LaVine en el intercambio por Jimmy Butler.

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