Los Celtics viajaron a Cleveland para disputar el tercer juego de la serie luego de haber ganado las dos primeras batallas en el TD Garden. Como era de esperarse, los Cavs revivieron en Cleveland y se llevaron una victoria contundente por 30 puntos. Desde los primeros minutos, la dupla más pobre de los primeros dos juegos, George Hill y JR Smith, comenzaron a generar puntos para la causa guinda.

LeBron James también se puso pilas a la defensiva y bajó a Aron Baynes, quien no le basta con ser muy maltratado a la hora de defender, ahora le tocó sentir la furia del autoproclamado Rey.

Para sellar una gran primera mitad para los Cavaliers, LeBron James se aventó una volcada espectacular, a dos manos y de reversa.

Los Cavaliers le complicaron en demasía el juego ofensivo al quinteto de Boston. Desde temprano en el partido, algunas de la figuras se metieron en problemas de faltas, sobre todo Jaylen Brown que vivió al margen de la ley durante los cuatro cuartos. Los Celtics también estuvieron fallando a la hora de pasar la pelota y entregaron el balón en 15 ocasiones, mientras que en los dos primeros, combinados, tuvieron 14 entregas.

Para la segunda mitad, los Cavaliers vivieron un auténtico día de campo y sellaron un victoria vital para las aspiraciones del conjunto de Cleveland. 116-86 fue el resultado final de un partido arrollador para el quinteto dirigido por Tyron Lue. Por segunda ocasión en esta postemporada, los cinco jugadores titulares de los Cavs terminaron el partido con doble dígito en puntos, además de los 14 puntos de Kyle Korver desde la banca.

Como mencionaba LeBron James en las conferencias póstumas a los primeros dos juegos de la final del Este, las estadísticas y la historia le sonríen al oriundo de Akron, Ohio. En las últimas tres series que James estuvo abajo 2-1 en una serie de Playoffs se ha llevado la serie, la última de ellas ante los Pacers en la primera ronda de esta postemporada.

Al finalizar el juego, JR Smith, quien culminó con 11 puntos la máxima cantidad en esta serie, comentó que el descanso les vino bien, sobre todo para LeBron James quien disputó menos de 40 minutos y ayudó con doble dígito de 27 puntos y 12 asistencias. Los Cavaliers sentenciaron la serie a disputar un quinto juego obligatorio que se llevará a cabo el próximo miércoles en el TD Garden de Boston.

Los Cavs revivieron en Cleveland

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