La mayor paliza en la historia de los Warriors

Luego de un par de juegos llenos de intensidad en Houston, la final de la Conferencia del Oeste viajó al área de la Bahía para protagonizar la mayor paliza en la historia de los Warriors, al menos en postemporada. La actuación de los Warriors fue creciendo conforme pasaron los minutos. Al inicio, ambos equipos estuvieron muy parejos, de hecho los Rockets estuvieron arriba en el marcador por cuatro puntos, pero una ráfaga de puntos de Golden State pusieron el marcador 31-22 al finalizar el primer periodo.

Stephen Curry estuvo falto de puntería en la primera mitad y falló cinco tiros de tres puntos, la máxima cantidad en un cuarto durante los Playoffs para el jugador de los Warriors. En contraste, el mismo Curry ayudó mucho en defensa, sí como lo oyen, ya que antes de irse al descanso estuvo muy atento a la marca y en nueve jugadas sólo permitió dos de ocho tiros de campo, además de forzar una entrega de balón y no cometer ninguna falta.

Al regresar del descanso, comenzó el festín de puntos para los Warriors. Para iniciar el tercer cuarto, los Warriors le metieron 10 puntos sin respuesta a los Rockets que fueron marcando el rumbo del partido.

Steph regresó encendido para la segunda mitad y le pegó un buen baile a James Harden. Curry terminó con 35 puntos, 26 de ellos en la segunda mitad.

Fue una segunda mitad espectacular para el conjunto de Warriors de Golden State. Kevin Durant culminó con 25 unidades, mientras que Draymond Green quedó con doble dígito de 10 unidades y 17 rebotes. Hasta a Quinn Cook, el jugador de los Warriors que llegó de la G-League, fue parte de la fiesta de puntos que terminó 126-85.

El tercer juego de la final del Oeste fue una verdadera paliza de los Warriors a los Rockets. La diferencia de 41 puntos refleja la intensidad con la que salieron los dirigidos por Steve Kerr en la segunda mitad, en parte gracias a la actuación de Stephen Curry. El cuarto de la serie se va a llevar a cabo el martes en Oracle Arena, donde se han vuelto invencibles y llevan 16 juegos ganados de forma consecutiva en postemporada, una más que los Bulls de Jordan de la 90-91.

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