Es época de disfraces, pan de muerto y dulces. Y, también, de escribir calaveras y jugar basket. Porque siempre es época de jugar basket. Así que me tomé la libertad de escribirles calaveras a 5 grandes jugadores. Espero les gusten
LeBron James
Estaba LeBron sentado, viendo sus dos anillos
Cuando llegó La Parca y le dijo, “Oye, James, tú vienes conmigo”.
El Rey no entendió a qué se refería
Pero veía a La Muerte, que lo esperaba muy decidida.
“Te apuesto mi vida en un 21.” le dijo el número 6
Pero la muerte no es tonta y ni lo peló mientras checaba su Face.
Se acercó a jalarlo mientras le decía
“Para qué quedarte con todo este estrés.”
“Es muy fácil.” le contestó LeBron.
“Porque quiero ser mejor que el 23.”
Kobe Bryant
La Muerte llegó a Los Ángeles en busca del 24
Pensando siempre que sería sencillo encontrarlo.
Pero después de vueltas por Hollywood y Vine
Se rindió porque no pudo hallarlo.
Aún así para su sorpresa,
Era The Black Mamba quien la estaba buscando.
Y no sólo eso,
Sino que en su casa la estaba esperando.
“¿Qué haces aquí?” Le preguntó La Muerte.
“Estoy aquí para que a nadie más lastimes.”
“Es suficiente con que te hayas llevado mi tendón de Aquiles.”
Derrick Rose
Era una noche con viento en la ciudad de Chicago,
Mientras D. Rose corría a la orilla del lago.
La Muerte llegó
y no ha pedirle un autógrafo como buen admirador,
Sino para llevarse la vida, del gran botador.
“¿Cómo te atreves?” le dijo él a La Huesuda.
Y Ella le concedió la duda,
Le pidió una explicación
A lo que Rose dijo, sin ninguna preocupación
“¿Quién detendrá a LeBron si me llevas contigo?
“Tienes razón.” le dijo ella, mientras comenzaba su camino.
“Espera.” le gritó Derrick. “Estás olvidando tu abrigo”.
Carmelo Anthony
Nueva York es la ciudad que nunca duerme
Pero la Muerte tenía otros planes para Melo.
Se le apreció en su penthouse de Manhattan
Con uno de sus jerseys naranjas que tanto anhelo.
Carmelo no podía creerlo
Pero La Muerte se chupaba los dedos de solo verlo.
Se lo llevó sin mucha objeción
Pues si algo sabía Anthony
Es que en ultratumba, su juego iba a ser la sensación.
Kevin Durant
Mientras KD tiraba 300 tiros libres
La Catrina se metió al gimnasio sin hacer un solo ruido.
Para dar pie a la historia
Que nadie había oído.
No quería su vida, sino la pelota
La que Kevin no quiso ceder
Sin antes sufrir una derrota.
La muerte se puso sus Nikes
Y Durántula la dejó sacar
Pues después de esa canasta
La bola no volvería a tocar.
Fue así como La Calaca se fue
Humillada, cabizbaja, nada fuerte
Mientras que Durant pasaría a la historia
Como el único hombre en dunkearsela a La Muerte.
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