En las últimas semanas el mundo ha estado en vela por los diversos casos de coronavirus que se confirmaron en diversas partes del mundo, EEUU no es la excepción. En la NBA ya se habían extremado precauciones con el fin de proteger tanto a los jugadores y el staff como a los asistentes a los partidos, siendo algunas de las medidas a tomar el no saludar de mano y no firma autógrafos. La noche del viernes cayó la gota que derramó el vaso ante este problema de salud, esto luego de que el coach del Magic, Steve Clifford, tuvo que abandonar el partido al medio tiempo por enfermedad.

De inmediato fue trasladado al hospital donde se le realizaron algunas pruebas rápidas para descartar cualquier posible contagio. Trae Young también estuvo fuera de acción debido a un resfriado y los rumores comenzaron a rondarlo, hasta que decidió poner en su cuenta de Twitter que no estaba tan enfermo.

 

Todos estos inconvenientes han alarmado a la NBA, quienes ya enviaron un comunicado a las franquicias explicando que, en caso de ser necesario, los equipos deben prepararse para jugar partidos a puerta cerrada y contar tan sólo con los miembros del staff indispensables, así lo comunicó Shams Charania de The Athletic. Este rumor llegó a oídos de LeBron James, quien de inmediato declaró que en caso de no tener fans en la arena él no jugaría.

“¿Jugar partidos sin aficionados? Eso es imposible, yo no jugaría si no hay aficionados en la grada. Yo juego para ellos”

Comentó la estrella de los Lakers al finalizar el partido contra los Bucks. Las cartas están sobre la mesa y en caso de que exista una mayor contingencia ocasionada por el coronavirus, todo indica que la NBA ya tiene un plan a seguir.

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