Si las cosas ya estaban mal en Nueva York, la derrota que sufrieron el miércoles a manos de los Nets es un golpe letal a la confianza y las ilusiones que el equipo había creado entre sus aficionados después de lo hecho el año pasado. Los Knicks dejaron escapar una ventaja de 28 puntos y los Brooklyn Nets aprovecharon la oportunidad para sacar un triunfo 111-106 que les inyecta energía antes de la pausa por el All-Star Game.

Debacle de los Knicks

Lo que pasó en el MSG quedará marcado como una de esas historias que dolerán por mucho tiempo, al medio tiempo la diferencia era de 21 puntos, 65-44 era el marcador, pero los Knicks se derrumbaron en la segunda mitad y cayeron de manera estrepitosa, lo peor es que la historia se repite pues es la cuarta vez en este mes de febrero que dejan escapar una ventaja de doble dígito y la tercera cuando van ganando por más de 20. Un caos total.

Hoy el puesto de Tom Thibodeau está en riesgo y el entorno de los Knicks está que arde pues la temporada ha sido un desastre, desde el sistema de juego, los jugadores que llegaron para ser soluciones como Kemba Walker y parece que lo que está más claro es que la relación del coach con algunos jugadores está rota.

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Los Nets regreso histórico

Volver después de perder por 28 es simplemente el regreso más grande en la historia de los Nets y el valor es doble al hacerlo ante sus odiados vecinos. Cam Thomas tuvo un papel clave en el regreso, saliendo de la banca y anotando 16 de sus 21 puntos en el último cuarto. Seth Curry aportó 20 y Andre Drummond bajó 19 rebotes. Ya son dos victorias al hilo después de perder 11 seguidos, no está Durant, no está Kyrie y tampoco Simmons, cuando estos tres estén juntos, los Nets pueden ser un dolor de cabeza para cualquiera.

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