Los Lakers sumaron una derrota más a la cuenta de esta campaña y el que no la está pasando nada bien es Russell Westbrook, quien ha sido señalado y cuestionado por su nivel mostrado esta campaña. Ha discutido con los fans, no hay buena comunicación con sus compañeros y ahora también va perdiendo el respeto de los rivales.

Prueba de ello es la manera en la que Karl-Anthony Towns y Patrick Beverly se burlaron tras un airball de Westbrook que buscaba un triple en la recta final del partido.

Fiel a su estilo, Westbrook respondió en conferencia de prensa sobre el trash talking que hubo con los jugadores de Timberwolves:

“El trash talk de Minnesota no me molesta, nadie en ese equipo ha hecho algo en esta liga”.


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Con trash takling, burlas o no, Westbrook y los Lakers siguen perdiendo partidos y pensar en que pueden darle la vuelta a la temporada, parece solo una ilusión.

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