NEW YORK, NY - NOVEMBER 10: Carmelo Anthony #7 Viva Basquet Photo by Maddie Meyer/Getty Images

Los reflectores de la Gran Manzana están puestos en los Knicks de Nueva York  y de nueva cuenta es por una crisis en uno de los equipos con mayor tradición en la NBA.

El equipo está teniendo  un arranque que pocos esperábamos, dos ganados contra cuatro descalabros, La fórmula que hace un par de años parecía perfecta, poco a poco se ha tornado en una receta para el desastre.

Con el retiro de Jason Kidd, el orden que tenían los Knicks en la cancha se ha perdido, Mike Woodson perdió a su comandante dentro de la duela, Raymond Felton no tiene la misma visión de duela que Kidd y Pablo Prigioni, el otro armador, es inteligente, tiene una gran visión y toma buenas decisiones cuando tiene el balón en sus manos, sin embargo sus compañeros no lo escuchan y cuando da pases, pocas veces el balón regresa a sus manos.

El otro tema dentro del Madison Square Garden es la salud de Amar’e Stoudamire, sus rodillas maltrechas ya no dan para más, esta temporada promedia 10 minutos por partido, 2 rebotes y 3.5 puntos, a cambio de más de 21.6 millones dólares que va a cobrar este año y 23.4 que aun le deben para la próxima campaña, sin lugar a dudas la gerencia debería hacer algo al respecto.

Y luego esta Carmelo Anthony quien llegó a Nueva York en el 2011 como la gran superestrella que se pensaba los llevaría a obtener el tan ansiado título. Sin embargo, la historia ha sido otra, Anthony sigue sin entender que el salir y tratar de anotar cada vez que tiene el balón en las manos no es la solución, al contrario te convierte en parte del problema. Para poder ganar anillos en la NBA no basta con una estrella, se necesita de varios jugadores de muy buena calidad, pero además es necesario que se entiendan, que jueguen en conjunto y que hagan sacrificios en como tal. Mientras Carmelo sigua siendo un hoyo negro en donde todos los balones que llegan a él no tienen regreso las cosas no cambiarán mucho.

Por último están jugadores como J.R. Smith y sus problemas personales o Kenyon Martin que se ha convertido en un animador más del equipo y la realidad es que hasta hoy, no aportan lo que se esperaba de ellos.

Mike Woodson tiene que tomar las riendas de su escuadra, si bien han perdido a Tyson Chandler su gran baluarte  a la defensiva,  es en ese costado donde se tiene que trabajar más. Este es solo el inicio de la temporada, por su historia y sus aficionados  los Knicks tienen la obligación de revertir las cosas y mostrarse como un equipo más aguerrido y competitivo.

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