La noticia bomba de esta semana en el mundo del basquetbol fue la partida de Kevin Durant a los Warriors. Muchas cosas se han comentado sobre este polémico tema, una de ellas es la falta de lealtad por parte de Durant a una franquicia que vio nacer hace nueve temporadas y que abandonó a su suerte a cambio de buscar el ansiado anillo de campeonato. A la par de este movimiento, dos noticias llamaron mi atención, Tim Duncan se encuentra a un paso del retiro y Dirk Nowitzki juró amor eterno a los Mavs y cumplirá con dos años más de contrato.

Duncan cumplirá en 2016-17 veinte temporadas con el conjunto de los Spurs; Nowitzki hará lo mismo al finalizar su contrato en la campaña 2017-18. Dos décadas con un mismo equipo. Ambos jugadores seguramente serán miembros del Salón de la Fama en un futuro, los dos son un ejemplo a seguir de constancia y lealtad. Tim llegó a una franquicia en renovación, Popovich creo una dinastía en el quinteto de San Antonio, les mostró el camino al éxito y ellos comprendieron a la perfección las instrucciones del mítico entrenador.

Lealtad tejana: Duncan y Nowitzki

Los Mavs, en un cambalache con los Bucks, apostaron por un joven alemán, procedente del DJK Würzburg, Dirk Nowitzki fue elegido en el Draft del 98 en el número 9. Antes fue pretendido por el Barcelona, pero decidió irse a dar una vuelta a Estados Unidos para probar suerte. El resultado es un anillo campeonato de la NBA, nombrado MVP en esas Finales del 2011 y en 2007 fue MVP de la liga.

En Texas, estos dos jugadores han sabido mantenerse en un buen nivel durante casi dos décadas, sus equipos son protagonistas de la Conferencia más dura de los últimos años; el Salvaje Oeste retomó notoriedad gracias a los Mavs y a los Spurs. Los dos equipos protagonizaron grandes hazañas, también han tenido malos momentos, pero Duncan y Nowitzki han cargado a sus franquicias a cuestas, seguramente fueron tentados a salir por la puerta de atrás cuando las cosas no resultaron de buena forma. No lo hicieron.

Kevin Durant cambió su hogar por un palacio en California. Claro, la sed de triunfo de un deportista es lo que lo motiva día a día a ser mejor atleta, pero en este caso, es una ambición basada en sus nuevos compañeros. Victor Oladipo, una joven promesa llegó hace algunos días a reforzar a Oklahoma, hoy las cosas cambiaron. Russell Westbrook, fiel escudero de Durant se cuestiona sobre su futuro. Los dioses del trueno han puesto el grito en el cielo, de pronto una franquicia que pareciera estaba a un paso de la gloria, hoy se desmorona trágicamente.

La lealtad tejana se ha visto recompensada para los dos lados, Mavericks y Spurs seguro regresarán la próxima temporada a dar batalla en el Oeste. San Antonio movió bien sus piezas y buscó a Gasol para el relevo de Duncan; Dallas tuvo el gran acierto de aprovechar el tope salarial y llevarse dos piezas fundamentales de los Warriors; Bogut y Barnes. Aunado a ello, llega Seth Curry a un equipo que se está armando hasta los dientes. La NBA no se monopoliza, si KD y los Warriors piensan que la tienen fácil, están muy equivocados.

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