El amor por el basquetbol es un sentimiento global que une a miles de personas en el mundo alrededor del aro, no importa la raza, religión, condición social, política o idioma. El fin de semana estuve dando la vuelta por la edición 2016 de Sneaker Fever y es bastante satisfactorio darte cuenta que existen personas con la misma afición por el baloncesto y la cultura que lo envuelve.

El basquetbol y los sneakers como forma de vida por Viva Basquet

A pesar de que se trata de un evento con fines comerciales, en el fondo, la expo que año con año se ha llevado a cabo, sirvió para unir a la comunidad que disfruta del basquetbol. Al final de cuentas, para mi es gratificante encontrarte con alguien en la calle con algún producto que tenga que ver con la NBA, sin importar el equipo.

La comunidad basquetbolera mexicana es muy peculiar, es especial. En un país dominado por el pambol, ver a una persona con una playera del América es muy común. Pero encontrarte en la calle a alguien que trae una gorra del Jazz de Utah, por ejemplo, toma un valor muy especial. Es como si encontrarás a tu alma gemela.

El basquet tiene una variedad de temas tan amplia que puedes quedarte platicando por horas sobre diversos detalles que giran en torno a las duelas. Es ahí donde radica la importancia de Sneaker Fever en la CDMX, ojalá que en otras ciudades de la república se lleven a cabo esta clase de eventos que unen a la comunidad adicta al basquet y los tenis.

El basquetbol y los sneakers como forma de vida por Viva Basquet

Claro, en la agitada vida de la capital es muy difícil tomar unos minutos para platicar con el de al lado sobre nuestras aficiones, pero el fin de semana, hubo el tiempo para intercambiar historias, anécdotas y detalles sobre el baloncesto. Sobre todo, que la diversidad de edades y formas de pensar han hecho que la comunidad crezca mucho más.

Algo que vuelve multimillonarias a las industrias tiene el poder de unificar a una sociedad que vive atrapada en sueños individuales. El basquetbol y los sneakers como forma de vida logran hacer que por un momento nos sintamos fuertes, invencibles, como cuando creías que por tener un par de Jordans brincabas más alto. Esa es la magia del baloncesto.

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