Lo que comenzó con una fiesta en el Quicke Loans Arena de Cleveland. Ohio término en un juego que será recordado por el drama, no por los segundos finales en los que Kevin Love puso en ventaja a los Cavaliers por tres puntos sobre los Celtics, sino por la terrible lesión de Gordon Hayward en los primeros minutos del encuentro. Dentro de los sucesos en la amarga noche de inicio de la NBA, el juego dio inicio con un choque de puños entre Kyrie Irving y LeBron James, quienes al parecer dejaron en el vestidor esa supuesta enemistad que surgió luego de la salida de Irving.

Con poco más de cinco minutos jugados en el primer periodo, el debutante con los Celtics, Gordon Hayward, decidió colarse a la pintura para terminar el alley oop, pero un caída descompuesta lo dejó tendido en la duela con el tobillo izquierdo fracturado, una imagen escalofriante que de inmediato puso a los jugadores y asistentes a la arena en estado shock.

El juego entró en una pausa llena de drama que culminó con la salida de Gordon Hayward en camilla con rumbo a los vestidores. Brian Windhorst de ESPN reportó que luego de eso, LeBron James se tomó unos minutos para ir a ver como se encontraba su colega de profesión. También Isaiah Thomas, una pieza clave para su llegada a Boston, estuvo a su lado en uno de los momentos más difíciles en la carrera del joven de 27 años.

Como era de esperarse, ambos equipos estuvieron desconcertados durante gran parte del encuentro hasta que en los minutos finales del cuarto periodo le dieron al público de Cleveland un poco de emoción cuando los Celtics le dieron la vuelta al marcador. Un cierre muy disputado tuvo el triple de Kevin Love el cerrojo final a un encuentro que culminó con un fraternal abrazo entre LeBron James y Kyrie Irving que dio un toque de romanticismo a un deporte que vivió una jornada llena de sentimientos encontrados.

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