La etapa de Sergio Molina al mando de la Selección Mexicana Varonil mayor comenzó con una experiencia agridulce; primero cumpliendo con la victoria en Guadalajara frente a Bahamas y un par de días después cayendo en su visita a Nassau. En esta primera prueba que atravesó Molina como estratega nacional quedan algunos puntos dignos de comentar para darnos una idea de lo que nos espera en esta nueva etapa que enfrenta la Selección. Una de los primeros detalles que se debe recalcar es la intención de darle oportunidad a los jóvenes que poco a poco se desarrollan en las duelas mexicanas. Desde el novato del año de la LNBP, Moisés Andriassi de Capitanes, hasta la destacada actuación de Omar De Haro quien recién finalizó su temporada de Rookie con los Aguacateros de Michoacán.

 

Como bien compartió con nosotros la leyenda del basquetbol mexicano, Manuel Raga, el roce internacional de nuestros jóvenes debe ser constante para elevar el nivel de nuestra selección. Además de está aventura con el equipo nacional mayor, varios de los jugadores llamados por Molina tienen experiencia en las duelas del mundo, desde la Universiada Mundial como es el caso de De Haro y Josué Andriassi, o hasta campamentos NBA como el Basketball Without Borders de Moisés. Es importante que los jugadores mexicanos compitan al más alto nivel para ganar «horas vuelo» en competencias de talla internacional. Esto debería ser un objetivo primario para México.

Otro de los detalles a destacar es la experiencia en el basquetbol colegial que tiene Sergio Molina, a quien respaldan 3 veces títulos de la Liga ABE con los Borregos del ITESM Campus Hidalgo. Molina lleva años dirigiendo al más alto nivel en México y dotando de jugadores a la LNBP, siendo Israel Gutierrez uno de sus alumnos más destacados. Es verdad que la Selección Mexicana mayor implica un reto de alto calibre, pero de acuerdo al plan a mediano plazo pensado por los dirigentes mexicanos, Sergio Molina es el personaje ideal para llevar a cabo este relevo generacional. Hablando de la Liga ABE, es vital reconocer el enorme trabajo que ha realizado en los últimos años formando jugadores que hoy en día pelean para ganarse un lugar en los equipos profesionales mexicanos, ya sea LNBP, Liga Estatal de Chihuahua o CIBACOPA.

Este pase de estafeta debe ser bien cimentado con el apoyo de aquellos jugadores que formaron parte de los 12 Guerreros, o al menos los que quedan activos en la Selección. Por dicha razón es digno de aplaudir el esfuerzo de Pako Cruz para hacer el viaje a México y Bahamas para convertirse en el líder que Sergio necesitaba en la cancha. También es muy cierto que se trata de un caso aislado, ya que en estos momentos muchas ligas del mundo viven una etapa decisiva en su torneo, tal es el caso de otros jugadores, cómo Jorge Gutiérrez, Gustavo Ayón y hasta el propio Juan Toscano, que les es imposible dejar sus clubes para asistir al llamado de estratega español. El gran reto será el repechaje a Tokio 2020 donde se espera que México cuente con sus mejores 12 hombres repartidos en el mundo.

Para ir cerrando este breve análisis, el tema de los naturalizados o México-Americanos no debería ser un tema que generé polémica entre la afición al basquet, todo lo contrario, es una buena herramienta que nos puede ayudar a generar competencia interna y por ende elevar el nivel de juego. Dentro de la preselección entregada por Molina se encontraban tres jugadores en esta circunstancia: Lucas Martínez, Daniel Amigo y Joshua Ibarra. El campeón con Soles de Mexicali, Daniel Amigo, fue el elegido para llegar a lista final de 12 e hizo su debut oficial con la Selección Mexicana. Si a estos nombres le añadimos el de Juan Toscano, Alex Pérez y hasta Aaron Valdes, la baraja de opciones es por demás interesante de acuerdo a las necesidades del 12 mexicano. Cabe señalar que sólo un jugador puede ser convocado.

¿Qué esperar de esta nueva Selección Mexicana de Basquetbol? La realidad es que los resultados a corto plazo son prácticamente imposibles, sobre todo si tomamos en cuenta todos los aspectos extra cancha que interfieren. Y no me refiero a temas administrativos, más bien a concentraciones, juegos amistosos y toda la preparación que debería tener el equipo de cara al repechaje olímpico. Si ponemos como principal objetivo el relevo generacional de la Selección Mexicana de Basquetbol, podría decir que se tiene un largo camino por recorrer, pero tenemos materia prima para trabajar y un entrenador capaz de moldear el talento mexicano. Seamos pacientes.

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