Por @absolutalx

Después de varios años de fracasos y de decisiones que los llevaron al abismo los inquilinos del Madison Square Garden parecen encontrar finalmente el rumbo y encuentran motivos para ilusionarse.

Uno de ellos es que finalmente se encuentran con un equipo que pelea, que si bien está lejos de ser un contendiente en el Este, al menos no deja tirados los partidos como sucedía en temporadas anteriores. Hoy, bajo la conducción de Tom Thibodeau, los Knicks muestran otra cara y la clave de esta mejoría es la defensa, los neoyorquinos recuperaron una parte de su identidad, algo que fue clave en sus mejores épocas: la defensa. Hoy con su nuevo coach, los Knicks presumen la mejor defensa de toda la NBA.

Otro punto clave en este resurgimiento es contar de nuevo con un jugador de calibre All-Star. Julius Randle se ganó a pulso su nominación al Juego de Estrellas gracias a una muy buena campaña, Randle es líder del equipo en puntos (23.3) asistencias (5.5) rebotes (10.9). Ha jugado todos los partidos y es segundo de toda la liga en minutos jugados con 36.8, además de estar en el top ten en dobles-dobles con 19. El último Knick en estar en un All-Star Game fue Kristaps Porzingis.

El regreso de los Knicks es una realidad, tanto así que para la segunda parte de la campaña, el equipo de New York aparece en seis juegos que serán transmitidos a nivel nacional, cuando en la primera parte de la temporada solo aparecieron una sola vez.

Falta mucho camino, pero no hay duda que con este paso, los Knicks comienzan a ver la luz al final del túnel y todo indica que después de casi una década, el Madison Square Garden volverá a vivir la pasión de unos playoffs de la NBA.

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