En este caso, la comparación Jordan-Curry no es tan disparatada, los Warriors tienen una temporada de ensueño con una marca de 48-4 y están al acecho del récord que los Bulls impusieron en la temporada 1995-96 con 72 victorias y 10 derrotas. Lejos de comparar ambos jugadores es importante entender que el juego ha cambiado, que tal vez nunca llegué a haber alguien tan grande como Michael, yo pido que exista alguien mejor. ¿Por qué poner un tope? Stephen Curry tiene todo para ser mejor que Jordan.
Han pasado tridentes como el formado por James, Bosh y Wade hace algunos años en Miami, pero el juego desempeñado por Curry, Thompson y Green se le ve una mejor cara. Su nivel está por encima del promedio de la liga; el fin de semana de las estrellas lo demostraron, los Splash Brothers se enfrentaron en la final del concurso de tiros de tres y se nota un gran ambiente que viene del vestidor.
Un juego equilibrado se ha vuelto el sello del equipo californiano, los tres jugadores asumen el rol principal del equipo, claro, a Curry le toca hacer los puntos, pero Klay Thompson y Draymond Green son claves para que la maquinaria de los Guerreros funcione a la perfección. Todo Jordan necesita un Rodman, Klay Thompson es ese Rodman que Curry necesita para hacer historia, Green es Pippen, el corazón del equipo.
Michael Jordan fue el que impulsó a Thompson a romper el récord de Chicago, la competencia hace que cada deportista llegue al límite de su capacidad física y mental. Como fanático del basquet, es importante añorar y aprender de la vieja escuela, los noventas fueron sensacionales, pero es hora de agradecer la oportunidad de observar el espectáculo en el que se ha convertido la NBA.
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