Por @absolutalx

Por dos años consecutivos Giannis Antetokounmpo se llevó los honores como el Jugador Más Valioso de la NBA, dos temporadas donde se esperaba que el griego demostrara su valor guiando a los Bucks al ansiado viaje a las Finales, pero ocurrió todo lo contrario, pues el MVP no pudo cumplir con la misión.

En el 2019, Giannis y los Bucks tuvieron que soportar el furioso regreso de unos Raptors comandados por Kawhi Leonard, quienes les remontaron un 0-2 para dejarlos fuera en la final de la Conferencia Este. En el 2020, dentro de la burbuja y un ambiente enrarecido por la pandemia y las causas sociales, de nuevo los Bucks fueron incapaces de llegar a la serie final, esta vez Giannis ni siquiera pudo ayudar por completo, ya que una lesión lo limitó en el duelo ante el Heat.

Quedó claro que quizá la presión, las críticas y la incertidumbre que genera un nuevo contrato terminaron por afectarlo en los anímico y eso se reflejó en su juego. Se cuestionó su liderazgo y el que no demostrara en los momentos importantes por qué había ganado el MVP, pero hoy parece que las cosas pueden ser distintas.


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Este año, ni Giannis ni los Bucks tienen la presión de ser favoritos, no tienen el mejor récord de la liga, no hay extensiones de contrato que le roben la atención. Giannis Antetokounmpo puede jugar más libre, la atención está en otros, hoy los Nets tienen más ojos encima, Joel Embiid está pensando en el MVP, Boston está lejos de ser un contendiente y a Miami lo tienen en la lona con ventaja de dos juegos a cero en su serie.

Este puede ser finalmente el año de la revancha para Giannis, veremos de qué está hecho y si puede dar ese paso hacia la grandeza, después del Heat, vendrán muy probablemente los Nets, así que era será un verdadera prueba para saber si el Greak Freak y los Bucks pueden pensar en cosas mayores, si no, será momento de buscar al hombre que desde la banca los ayude a dar ese último paso.

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