No hay nada mejor que aprender algún deporte desde niño, esto ayuda a involucrarte al ejercicio y a tener una vida sana y no sedentaria para mejorar la salud.
Por eso te compartimos 5 ejercicios para introducir a los niños al basquetbol desde pequeños.
- Enséñales cómo hacer pases a los niños de preescolar y de primaria jugando a arrojar y a atrapar la pelota entre ellos. Usa una pequeña pelota de espuma al principio o de plástico suave hasta que puedan hacerlo con una pelota de básquet de tamaño chico. Comenzar con una pelota pequeña y suave los ayudará a aprender a no tener miedo.
- Haz que practiquen pasar la pelota y lanzarla. Para ello, organiza un partido de basquet llamado pelota a la canasta. En este juego, los niños no driblan la pelota en absoluto y no está permitido desplazarse con el balón. Todo lo que hacen es pasar el balón de persona a persona hasta que alguien está lo suficientemente cerca para hacer un tiro. Esto disminuye las posibilidades de perder el balón a causa de un dribleo imperfecto. Muy efectivo.
- Enséñales a lanzar utilizando un aro de basquetbol de tamaño infantil. Otra alternativa puede ser usar cualquier canasta o aro hula-hula ubicado a nivel del pecho del niño. Haz que practiquen su tiro a dos o tres pies de distancia. Poco a poco aumenta la altura del aro y el espacio entre el niño y el aro de modo que vaya perfeccionando su tiro.
- Organiza partidos de dos contra dos o tres contra tres para enseñarles defensa y la estrategia de equipo. La defensiva es muy importante, trata de juntar a los niños con habilidades similares para evitar generar frustración y lesiones y que el juego sea parejo.
- Desarrolla prácticas de dribleo utilizando juegos. Marca una X en el piso con cinta adhesiva para cada niño, y entrégale una pelota a cada uno. Pide que cada niño bote el balón una sola vez en su X y que lo agarre. Cualquier jugador cuya pelota se pierda y se aleje del área de juego perderá En la próxima ronda, pídeles que boten el balón dos veces en la X. Continúa hasta que quede sólo un niño y comienza de nuevo. No se trata de ganadores si no de que vayan aprendiendo a botarla.
Los extras:
Alienta a los niños a turnarse y a cooperar desde la más temprana edad. Estas habilidades les serán de gran utilidad a medida de crezcan y comiencen a jugar para un equipo de básquet hasta que se acostumbren y así podrán integrar el deporte en su vida cotidiana.
Siempre haz énfasis en tener un modo de vida deportivo y sobre todo el espíritu por encima de la importancia de ganar. Crea una atmósfera de armonía y diversión que de eso se trata. No les exijas mucho.
¡A crecer con el mejor deporte del mundo, hasta la próxima!
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